Cáceres Acoge abrirá con fotografía y cine el VI Encuentro Intercultural
‘Vivir, convivir y trabajar en España’ es el título de la exposición fotográfica que abrirá mañana las actividades del VI Encuentro Intercultural ‘Navalmoral sin Fronteras’, que organizará durante toda la semana la delegación local de la asociación Cáceres Acoge.
La exposición, que muestra fotografías de Jonathan Vega, se inaugurará a las seis en el aula de cultura y podrá visitarse hasta el domingo. También mañana arrancará un ciclo de cine intercultural. Lo hará con una película extremeña, ‘Un novio para Yasmina’, dirigida por la realizadora morala, Irene Cardona.
Colaboran en la iniciativa el Ministerio de Trabajo e Inmigración, la Consejería de Igualdad y Empleo, la Red Acoge y el Ayuntamiento, que aunque no figuraba en los carteles iniciales por un error aporta locales, infraestructura y un espectáculo cultural.
Ley de Extranjería
El cine intercultural continuará el miércoles con ‘14 kilómetros’, de Gerardo Olivares, y el jueves con ‘Pan y Rosas’, de Ken Loach. En todos los casos a las ocho de la tarde en el aula de cultura con entrada gratuita. El miércoles, antes de la película de Olivares, tendrá lugar en la sede de Cáceres Acoge en la Ronda Sur una mesa redonda sobre ‘Reforma de la Ley de Extranjería’.
Las últimas citas serán la tradicional cena intercultural del viernes; un espectáculo de danza el sábado en la casa de la cultura, ‘Seinabú: un relato africano’, de la compañía La Mona del Húngaro, y una representación teatral el domingo, ‘Ensayo sobre la mirada’ de la compañía Los últimos.



La exposición, que se puede visitar hasta el 18 de mayo, está integrada por fotografías de los sesenta, setenta y los años ochenta. La imagen más antigua es de 1965 y su autor se refiere a ella como «la joya de la corona». Es, dice Juan Guerrero, su fotografía favorita. La instantánea es de la procesión del Corpus Christi a su paso por la Plaza Mayor, cuando todavía conservaba el jardín central. «Se ve al señor obispo Manuel Llopis Ivorra y a las dignísimas autoridades de la época», apunta el autor. En primer plano aparece un jovencísimo Felipe Pulido. El actual párroco de la iglesia de Nuevo Cáceres era entonces un seminarista en plena adolescencia.